La causa más frecuente de necesidad de reconstrucción de extremidades inferiores son los traumas. Otras causas son la resección de tumores y los efectos secundarios de la radioterapia. En los casos más complejos y en aquellos donde hay poca disponibilidad de tejido local, como en el tercio distal de la pierna, es frecuente que sea necesaria la transferencia de tejido con microcirugía.
Fracturas expuestas
En estos casos lo ideal es lograr cubrir de forma definitiva el defecto antes de 3 días de producido el accidente. Esto está demostrado que disminuye las complicaciones quirúrgicas y el riesgo de infección ósea u osteomielitis.
Defectos óseos
Cuando hay defectos óseos, en general de más de 6 cm, como sucede en algunas fracturas de fémur o de tibia, es necesario reconstruir el segmento faltante con técnicas más complejas. Una de las opciones es realizar un transporte óseo, que se basa en la capacidad de regeneración del hueso remanente. Esto involucra cortes en el hueso sano y un largo período de recuperación. Una opción en los casos que no hay hueso remanente o cuando se quiere acortar el período de recuperación, es realizar una transferencia de hueso con ayuda de microcirugía. Así se restablece la continuidad ósea con hueso bien vascularizado y capaz de soportar carga.